¿Alguna vez han escuchado de la "misofobia"? Es una de las fobias más comunes que suelen darse en la sociedad, y que, claramente, provoca el rechazo a la misma según su condición.
Vayamos al punto. La misofobia es el miedo injustificado a todo aquello que se encuentre sucio o incluso a la contaminación. Las personas que padecen tal trastorno (misofóbicos) suelen lavarse frecuentemente las manos, incluso más de 15 veces en menos de una hora. Evitan que los miembros de su familia se les acerquen y llegan a tirar a la basura la ropa que se ponen así sólo sea una vez.
Son extremadamente delicados al entrar al baño de su casa o incluso a la cocina. Y afecta tanto su área familiar, incluso la social, que ese trastorno llega a convertirse en una enfermedad crónica, pues, les genera tanta preocupación el mantener su área limpia, que descuidan su salud. Y no se dan cuenta de que lo que tienen es un trastorno obsesivo compulsivo.
Claro ejemplo es el de la película "Mejor imposible" (para quienes la hayan visto), donde el personaje llamado Melvin, quien era un loco obsesionado, pero más con los gérmenes, tanto, que incluso usaba pañuelos para abrir las puertas. Son personas ansiosas y obsesivas en la limpieza.
La mayoría de las personas que padecen tal trastorno, llevan padecimientos desde su infancia que, al ser adultos, los orillan a buscar la limpieza perfecta y a querer vivir lejos de los gérmenes.
Está claro que hay que ser limpios pero también debemos tener presente que por más que busquemos una zona de confort totalmente limpia y libre de gérmenes o contaminación, nunca la vamos a encontrar. Ni siquiera limpiando obsesivamente todo y orillando a nuestras familias a que también lo hagan.
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